La muerte no nos roba los seres amados. Al contrario, nos los guarda y nos los inmortaliza en el recuerdo. La vida sí que nos los roba muchas veces y definitivamente.
François Mauriac (1905-1970).
Marina Keegan
LO CONTRARIO DE LA SOLEDAD
Marina Keegan,
una joven magna cum laude, pronuncia
en la Universidad
de Yale un manifiesto existencial como discurso de graduación un soleado día de
mayo de 2012, un texto que posteriormente publicará el Yale Daily News, y muy pronto se convierte en todo un fenómeno
literario por la conmovedora inocencia con que contagiaba a quien lo leía. El
discurso se tituló, “Lo contrario de la soledad”, y en él se habla de las
esperanzas, de las incertidumbres, y de las posibilidades de toda una
generación, la suya.
La editorial
Alpha Decay, reúne la totalidad de los textos de la malograda Marina Keegan
(Boston, Massachusetts, 1989- Dennis, Massachusetts, 2012), bajo el titulo de
aquel discurso, Lo contrario de la
soledad (2015), nueve relatos originales, ocho artículos o textos de
variada factura, y el propio manifiesto leído ante sus compañeros. Todo el
legado de una joven que cinco días después de su graduación perdía la vida en
un accidente automovilístico, y tenía tan solo veintidós años.
Precede al conjunto, una
“Introducción” de Anne Fadiman, profesora y mentora, de la joven en Yale, y
escribe de cómo la conoció, de su voluntad y firmeza, de su talento, o de su
entusiasmo durante los años vividos en la prestigiosa universidad y, sobre
todo, de su afán por la vida. El artículo en cuestión, “Lo contrario de la
soledad” postula sobre las esperanzas suscitadas ante un futuro de asombrosas
posibilidades, y la suerte de su autora lo ha convertido en esa premisa nunca
prevista por una juventud que nunca calcula hasta donde puede llegar nuestra
vida: la de Marina Keegan truncada por un aparatoso accidente que nadie podía
prevenir, “Somos muy jóvenes. Somos tan jóvenes. Tenemos veintidós años.
Tenemos mucho tiempo delante”, escribiría ella misma, para terminar diciendo,
“Estamos juntos en esto, promoción de 2012. Vamos a hacer que pase algo en el
mundo”.
Lo mejor del volumen, sin duda,
la ficción, los relatos que contiene, nueve en total, que muestran a una singular
observadora de las situaciones que viven algunos individuos que cobran vida con
el pulso acertado de su narradora que, pese a su juventud, demuestra una
singular madurez, sin duda, aprendida en las aulas y en la firmeza de sus
convicciones. Algunos forman parte de la intimidad familiar o particular,
“Vacaciones de Navidad” o “Leer en voz alta”, o el testimonio, y/ o visión particular de la invasión de Irak
allá por 2003, en “La ciudad esmeralda”, la crónica ingenua desde Bagdad de un
joven, tras el torpe fracaso de las tropas estadounidenses. Y los artículos,
algunos con ese matiz de auténticos reportajes, muestran la mirada atenta de un
universitaria que se asombra ante la extinción de ballenas, se adhiere al dolor
de los sin techo, o quienes portadores de alguna enfermedad, ella misma
celíaca, ensalzan el valor de sus progenitores en una lucha permanente por
conseguir que en los etiquetados figuren los contenidos del temido gluten para
ellos. Y no menos sorprendente, la denuncia explícita en “Las alcachofas
también dudan” donde pone de manifiesto cómo el 25% de los jóvenes de Yale
terminan, por extraños y perversos mecanismos, como consultores y empleados de
financieras y multinacionales que, en su mayoría, explotan su talento. Y aunque
forma parte de la no-ficción, un texto como “Mato por dinero” merecería estar y
ser calificado de ficción pura por el sentido del humor con que está contado, y
eso además, en boca de un hombre maduro que se ha pasado toda su vida diciendo,
“tú me dices lo que es, yo lo mato”.
El libro rezuma inteligencia,
los cuentos y artículos están bien estructurados, la ficción un virtuosismo
narrativo extraordinario, y los ensayos, aportan su granito de arena por un
dramatismo singular para los tiempos que corren. El conjunto escrito con una
prosa ágil y de una sombrosa agudeza cuando es necesario, pese a la visión aun
en ciernes de su joven autora que, como queda dicho, siempre está a la altura
de sus pensamientos.
LO CONTRARIO DE LA SOLEDAD
Marina
Keegan
Barcelona,
Alpha Decay, 2015; 208 págs.
No hay comentarios:
Publicar un comentario