… me gusta
NUBES DE KETCHUP
Annabel Pitcher
(Yorkshire, 1982) sorprendía hace un par de años con una historia protagonizada
por un niño inglés, Jamie, y una niña musulmana, Sunya, que se encontraban, en
una pequeña escuela rural, tras el atormentado suceso familiar que había
provocado el divorcio de los padres del primero. La novela en cuestión lleva el
título, Mi hermana vive sobre la repisa
de la chimenea (2011), y muy pronto, por el curioso tratamiento que la
joven narradora hacía del drama personal de cada uno de sus personajes, sobre
todo de los más pequeños, se convertiría en un fenómeno editorial tanto para
lectores adolescentes como adultos. La joven Pitcher había captado la atención
de la crítica especializada británica que, tras su segunda incursión en el
género, habla de “unas expectativas
sobradamente confirmadas… un relato conmovedor”. La nueva novela se titula,
Nubes de ketchup (2013) y, en esta
ocasión, cuenta la historia de Zoe, una inglesa de quince años, que esconde un
terrible secreto y vive una angustiosa situación, que un día decide compartir
con un sentenciado a muerte, en el corredor de la muerte de una prisión en
Texas, y con quien inicia una intensa relación epistolar.
Zoe comparte su experiencia con
alguien que pueda entender y justificar las mentiras a que se ve sometida y
debe inventar para su cotidiano subsistir, incluso valore los sentimientos de
amistad y de traición que, tanto en su interlocutor como en ella, provocan una
vida tan dramática como cruel, y así lo hará contándole a Stuart Harris sus
vivencias, en un frecuente envío de cartas en primera persona, con una
estructura narrativa calculada, entre los sucesos de un reciente pasado y un
atroz presente, aunque soslayando en sus misivas temas tan duros como la pena
de muerte, pero salpicando el relato con las explícitas experiencias propias de
una adolescente que no deja de desdramatizar una situación paralela a su
interlocutor sentenciado; para dosificar la ficción, en ocasiones, Annabel
Pitcher encara los problemas con dosis de ironía que desembocan en un fino sentido
del humor, pero sin desvelar los propósitos iniciales de su protagonista,
porque a medida que el lector avanza sabrá algo más de la identidad de Zoe,
donde vive y algunos de los episodios que cuenta de su vida familiar, la
relación con sus padres, su hermana Dot, y otros muchos que se confunden con su
imaginación.
Max, Aaron y Zoe, los
protagonistas de Nubes de Ketchup,
forman un triángulo amoroso, cuya relación irá descubriendo la joven narradora
a medida que conocemos su historia, volviendo una y otra vez a un pasado que
ella necesita olvidar y solo justifica con las misivas que enviará al condenado
a muerte, del que sabemos nunca le devuelve razón a sus cartas. Lo mejor de
esta novela, vida y relaciones familiares importan en una historia repleta de
ese sentido de la culpabilidad y el sufrimiento que conlleva esconder un terrible
secreto.
NUBES DE KETCHUP
Annabel Pitcher
Madrid, Alevosía,
2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario