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EL CARTERO DEL CRETINO
De Kurt Vonnegut
(1922-2007) se ha escrito que fue la conciencia negra en Estados Unidos, y que
el conjunto de su obra provocaba escozor, además de ser auténtico desobediente,
visionario y un humanista profundo. Conocido por su novelas, La pianola (1951), Las sirenas de Titán (1959), Matadero
5 (1969) o El desayuno de campeones
(1973), y las colecciones de relatos, Mire
al pajarito (2009), la antología, Mientras
los mortales duermen (2012), y la más reciente, y póstuma, La cartera del cretino (2013), que ahora
publica en España, la recién creada editorial Malpaso, y que recoge los últimos
cuentos encontrados entre los papeles del escritor, y que hasta la fecha no
habían sido publicados.
Seis relatos, un pequeño ensayo y un
texto de ciencia-ficción sin acabar, que mantienen ese trazo satírico, tan
oscuro como reflexivo, tan cómico como irónico habituales en Vonnegut, cuyas
historias se mueven entre la desesperanza, o el optimismo y que, entre otras
muchas cosas, nos sumergen en los rincones más oscuros del alma. Detalles de la
vida cotidiana, tiempos vividos, como ocurre en el primero de estos relatos,
“Entre tibio y Tombuctú”, el recuerdo de un joven pintor acerca de su esposa
recientemente fallecida en un trágico accidente, con la muerte siempre presente
en su vida; en, “Roma” ofrece
una carga de finísimo humor, un relato donde Melody, una guapa joven de
dieciocho años, descubre como el mafioso de su padre es un auténtico hipócrita,
y es capaz de tergiversar su percepción de la realidad hasta límites
insospechados; “Paraíso junto al río”
una historia de adolescentes con la sorpresa final que, tal vez, pueda
escandalizar por sus implicaciones; en el relato que da título al conjunto, “La cartera del cretino” muestra el
arte del manejo de una cartera de valores de bolsa y cuanto esto pueda/ deba
suponer en una vida común; lo bueno, lo mejor de esta vida, la visión de
mujeres hermosas y bellas, ocurre en “Señorita
Snow, está usted despedida”, una historia vital de amores y
perdones; y en el último relato, “París,
Francia”, el amor es tratado, en esta ocasión, desde el punto de
vista de tres parejas diferentes, tres perspectivas, para llegar a una
conclusión, “que el amor es una cosa bastante rara”.
Muchos de sus cuentos, en general, se
basan en la descripción del paisaje humano que queda tras la rápida acumulación
de un exceso de bienestar, o de una vida en busca de ese stablishment norteamericano, o mejor dicho, tras sopesar las
posibilidades reales de alcanzar dicho estatus. A Vonnegut le basta con abrir
los ojos para tener un cuento. Insiste en un tono moral, quizá más presente y
de un modo más sutil, sarcástico y punzante, en sus novelas, aunque siempre queda
perfilado y delimitado en sus textos breves. Ofrece caricaturas de la América de su tiempo —el
empresario avaro, el fracasado, el triunfador frívolo y espiritualmente vacío,
el representante de ventas, abogados, o jubilados ociosos— y aunque su crítica,
en ocasiones no profundiza, se muestra como un francotirador que dispara al
encuentro de su objetivo, y así sus historias, también se resultan algo
moralistas.
EL CARTERO DEL CRETINO
Kurt
Vonnegut
Barcelona,
Malpaso, 2013
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